Walt Whitman nació en West Hills, un pueblo de Long Island, en 1819. Segundo de nueve hijos de un matrimonio cuáquero, a los once años tuvo que abandonar los estudios para ayudar económicamente a su familia. Trabajó como profesor, tipógrafo y periodista durante muchos años, y gracias a estos empleos pudo acercarse al mundo de la escritura. Después de la primeras incursiones literarias con la novela Franklin Evans, en la que denunciaba la plaga social del alcoholismo, la carrera de Whitman se orientó esencialmente hacia la poesía y, en 1855, publicó, costeando él mismo los gastos de impresión, Hojas de hierba, una colección de poemas que fue enriqueciendo y revisando en varias ediciones a lo largo de toda su vida y que lo consagró como uno de los escritores más influyentes de la literatura americana. Su obra, rompedora y visionaria desde un punto de vista estilístico y argumental, trata temas diversos que van desde lo político-social —fue un encendido opositor de la expansión de la esclavitud en Estados Unidos— hasta la sexualidad del individuo.
Murió en 1892, y, más adelante, Borges, quien siempre declaró su admiración por Whitman, le dedicó el famoso poema Camden, 1892, en referencia a la ciudad y al año en que falleció el poeta estadounidense.