Leonora Christina (Palacio de Frederiksborg, Hillerød, 8 de julio de 1621 – convento de Maribo, 16 de marzo de 1698) era la hija favorita del rey Cristián IV de Dinamarca, quien le dio la mejor educación posible. Gracias a su formidable memoria, aprendió con facilidad alemán, francés y latín, y después italiano y español, y a tocar varios instrumentos. Su matrimonio concertado con Corfitz Ulfeldt, cuando solo tenía quince años, fue una unión feliz, y la pareja se convirtió en una de las más influyentes de la corte. Sin embargo, todo cambió cuando murió el padre de Leonora, y su hermanastro, Federico III, se convirtió en el nuevo monarca. Corfitz fue acusado de conspiración y tuvo que huir del país. Tras varias peripecias (Leonora tuvo incluso que viajar disfrazada de hombre para que no la reconocieran), encarcelamientos, fugas, nuevas conspiraciones y acusaciones, Leonora fue finalmente detenida al volver de Inglaterra, donde había ido a cobrar una deuda con el rey inglés, mientras su marido consiguió escapar nuevamente. Permaneció encerrada en la Torre Azul del castillo de Copenhague durante veintidós años, hasta la muerte de su irreconciliable enemiga, la reina Sofía Amelia, madre del nuevo rey, Cristián V. Además de escribir sus relatos autobiográficos, Leonora tradujo del español algunas obras de Matías de los Reyes y redactó un trabajo sobre las mujeres ilustres de la historia.